lunes, 30 de agosto de 2010

EL RETRATO anotaciones

El ser fotógrafa me acerca a muchas personas que de otra manera no conocería. En este caso especifico me llamaron del Patronato de Chorillos para hacer unas tomas que servirían de ayuda para un trabajo humanitario, encantada acepté además de ayudar tengo oportunidad de conocer gente interesante y generalmente salgo beneficiada.

Visitar a los artistas en su entorno es la mejor manera de conocer su trabajo de cerca y es muy cómodo para ellos conversar acerca de su arte. Decidí llevar una cámara adicional con el fin de hacer unas fotos en blanco y negro que no eran parte del trabajo asignado, pero si aceptaban posar de manera espontánea serían un regalo para ellos y para mí un ejercicio para practicar EL RETRATO que es un reto para mí, hay que desarrollar "el arte de ver" para encontrar la expresión que nos hable del carácter, el detalle que nos diga cómo es la persona y que la imagen que capto corresponda a la imagen que quiero crear. Por ejemplo el pintor tiene el tiempo que quiera para perfeccionar los detalles de su pintura, en cambio como fotógrafa sólo cuento con un instante muy corto durante el cual cada detalle debe estar en su lugar para que no falle el conjunto, por supuesto hablando de aquellas fotos espontáneas. Todos aceptaron con agrado posar y quedé en traerles sus fotos más adelante.













Después de un tiempo me comuniqué con ellos para llevarles sus fotos y fué una experiencia muy interesante porque ninguno reaccionó igual que el otro.
Por ejemplo uno de ellos insistió con vehemencia en pagar las fotos y se basaba en la premisa de
"nadie regala su trabajo" por qué lo hacía yo, debía tener una razón y le expliqué que personalmente se las había ofrecido sin que él las pidiera, aceptó pero no muy convencido.
Otro me dijo que debería estar muy orgullosa "por tener una foto de él" sonreí y pensé: tiene una autoestima por encima del promedio.

Otro muy contento con las fotos me regaló un grabado que tiene un valor de US$ 500 en el mercado y me contactó para hacer otras fotos.

Otro me citó a una hora, por razones de fuerza mayor llegué tarde a la cita y él recién llegaba de manera displicente y sin mirar las fotos me dijo que se las dejara con su secretaria.
Estas experiencias son enriquecedoras no sólamente para perfeccionar el arte fotográfico sinó que nos enseñan a conocer más al ser humano y a veces de la persona que más esperas no recibes nada y de otra en cambio que no esperabas tienes una grata sorpresa.